Handspire Inspiración y decoración
Si quieres ser el rey de las manualidades en tu familia y que todos se lo pasen genial, sorprende a los más pequeños con un experimento científico que los va a dejar con la boca abierta: aprende a hacer que el agua se vuelva fluorescente en un abrir y cerrar de ojos y sin que nadie lo sospeche. Es muy sencillo, seguro y divertido, por lo que no tienes pretextos para no intentarlo.
Los materiales son muy fáciles de encontrar. Necesitarás agua, una lámpara de luz negra que puedes conseguir en cualquier mercado o tienda especializada y, por último, tinte fluorescente, que se distribuye en algunas farmacias. Pero si quieres evitar el tedio de buscarlo y ahorrar algo de dinero en el proceso, puedes usar marcadores de textos que venden en cualquiera papelería, de preferencia del tono más brillante que puedas encontrar.
Antes de comenzar es importante recordar que este pequeño experimento tiene como consecuencia la contaminación del agua que vas a utilizar, dejándola inservible para el consumo humano o el riego de las plantas del hogar, por lo que te aconsejamos que al acabar el truco la deseches por completo.
Ahora sí, hazte con un recipiente donde quieres que luzca el agua fluorescente, procura que sea traslúcido y vistoso para que llame más la atención. Después vierte el tinte en el agua, en caso de que hayas optado por los marcatextos, rompe la punta del plumón y deja que el contenido se vacíe en el agua; por último, enciende la luz negra sobre el recipiente con agua y observa las reacciones de todos.
Si quieres agregarle un toque extra al efecto, puedes congelar el agua antes de exponerla a la luz negra y tendrás cubitos de hielo que brillan en la oscuridad. Como ves es un truco seguro, sencillo y rápido, pero que cambia por completo el ambiente de tus eventos y fiestas.
